2010: ¡QUE HABLE, QUE HABLE!

EL DISCURSO DEL REY

Título original: The King’s Speech

Año: 2010

País: Reino Unido

Duración: 119 min.

Género: Drama/Histórico

Director: Tom Hooper

Guión: David Seidler

Música: Alexandre Desplat

Montaje: Tariq Anwar

Fotografía: Dany Cohen

Productor: Iain Canning, Emile Sherman, Gareth Unwin

Compañía: See Saw Films/Bedlam Productions/The Weinstein Company

Intérpretes: Colin Firth, Helena Bonham Carter, Geoffrey Rush, Michael Gambon, Guy Pearce,Timothy Spall, Derek Jacobi, Eve Best, Jennifer Ehle, Claire Bloom.

Ganadora de 4 Oscar: película, director, actor, guión original.

Inglaterra, años 30. El príncipe Alberto, duque de York, sufre desde la infancia problemas de tartamudez. A pesar de que ha acudido a multitud de expertos para corregir su problema, nunca ha encontrado solución. Hasta que contacta con Lionel Logue, un logopeda australiano bastante particular con unos métodos poco convencionales. A pesar de las reticencias iniciales, Alberto accede a ser tratado por Logue, pues la muerte de su padre Jorge VI y  la abdicación de su hermano Enrique VIII, harán que acabe siendo rey de Gran Bretaña bajo el nombre de Jorge VII. Con la ayuda de Logue, deberá hacer frente a su mayor reto: motivar al país ante la inminente llegada de la II Guerra Mundial.

Hace tiempo desarrollé una teoría cinéfila que permite acertar o descartar, de forma casi segura, las ganadoras o perdedoras del Oscar a la mejor película. Consiste en preguntarte si esa peli le gustaría a tu madre. Si la respuesta es sí, hay muchísimas probabilidades de que gane el premio. Si la respuesta es no, olvídala, no va a ganarlo. Es cierto que en algunos casos no funciona, pero en otras ocasiones, como esta que nos ocupa, es un método realmente eficaz, pues estando nominadas obras maestras del calibre de “Origen” o “La red social”, el premio a la mejor película del año 2010 lo ganó “El discurso del rey”, simpático y emotivo largometraje británico de esos que haría las delicias de cualquier madre del mundo.

No voy a negar las grandes virtudes de “El discurso del rey”: unas interpretaciones fabulosas, destacando por encima de todas la de Colin Firth, digno ganador del premio al mejor actor; una puesta en escena bastante llamativa a cargo de un Tom Hooper que nunca ha terminado de gustarme del todo -es un director demasiado teatral, muy poco técnico, cosa que le llevó en su siguiente película a prácticamente destrozar uno de los mejores musicales de la historia-. Pero si tengo que destacar un apartado en “El discurso del rey”, ese es la premisa argumental de la que parte, pues trata un tema que muchos desconocíamos: las vicisitudes de un personaje histórico del que se sabe muy poco pero cuyo papel en el destino de la II Guerra Mundial fue crucial. Siempre me pregunté quién sería el rey de Inglaterra durante el conflicto, y la película no solo te lo muestra, sino que desvela una historia la mar de interesante.

Pero como lleva ocurriendo en los Oscars de un tiempo a esta parte, la mejor película de 2010 es una cinta sin alma, carente de ese “algo especial” con el que cuentan las grandes ganadoras de estos premios. “El discurso del rey” no deja de ser un filme del montón, perteneciente a ese subgénero de “aprendiz y mentor” en el que estarían cintas como “El indomable Will Hunting” o “Descubriendo a Forrester”, melodramas lacrimógenos de esos que Hollywood fabrica en serie. El esquema de presentación de los personajes (profesor lumbreras-rechazo inicial-aceptación-traición-vuelven a ser amiguísimos de la muerte) característico de este tipo de cine también aparece en el filme de Hooper, haciendo que, en el fondo, “El discurso del rey” sea una película tremendamente previsible, aunque, eso sí, muy bien rodada. Exactamente lo mismo que ocurría con la ganadora del año anterior, con la diferencia de que “En tierra hostil” era la mejor de todas las candidatas y en esta edición estaba nominada una pieza de artesanía llamada “La red social”. 

En definitiva, “El discurso del rey”, aun tratándose de una película muy interesante y muy bien hecha, ni es de las mejores de la historia de los Oscars, ni fue una justa ganadora de esa edición. Algo que, por fin después de varias ediciones, iba a ocurrir al año siguiente. Y al igual que los bebés, vendría de Francia.

by Chuparrocas

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