lunes, 1 de junio de 2015

2012: ESPÍRITU OCHENTERO

ARGO

Título original: Argo
Año: 2012
País: EE.UU.
Duración: 120 min.
Género: Thriller/Histórico
Director: Ben Affleck
Guión: Chris Terrio, según los libros “El maestro del disfraz”, de Antonio J. Méndez y “La gran evasión”, de Josuah Bearman
Música: Alexandre Desplat, Hans Zimmer y James Newton Howard
Montaje: William Goldenberg
Fotografía: Rodrigo Prieto
Productor: Ben Affleck, George Clooney, Grant Heslov
Compañía: Warner Bros. Pictures/Legendary Pictures/GK Studios
Intérpretes: Ben Affleck, John Goodman, Alan Arkin, Bryan Cranston, Taylor Schilling, Kyle Chandler, et al. 

Ganadora de 3 Oscar: película, guion adaptado, montaje

Irán, 1980. Tras el derrocamiento y posterior exilio a EE.UU. del sha Mohammad Reza Pahlavi, el nuevo dirigente de Irán, el ayatolá Jomeini, exige al gobierno americano que entregue al antiguo líder para juzgarlo y ejecutarlo. La negativa de EE.UU. hace que nazca entre ambos países un clima de odio que alcanza su clímax cuando, durante una manifestación, un grupo de trabajadores de la embajada estadounidense en Teherán son retenidos y torturados dentro del propio edificio. Sin embargo, seis de ellos logran escapar y ocultarse en la embajada canadiense. El tiempo pasa y la situación empeora. Es cuestión de semanas que les descubran, por lo que la CIA debe actuar de inmediato. Para ello piden ayuda a Antonio Méndez, el mejor experto en rescates de la organización. Tras sopesar todas las posibilidades, decide decantarse por un plan tan arriesgado como surrealista: hacer que los americanos retenidos se hagan pasar por miembros de un equipo de rodaje que busca exteriores exóticos en Irán para su próxima película de ciencia ficción: “Argo”.

Si eres una persona puesta en las tendencias actuales, descubrirás que hoy en día está muy de moda el regreso a los 80, hasta el punto de que lo que tuvo su origen en aquella década es venerado con devoción. Pero si hay algo ochentero que se recibe con especial interés, eso es el cine. No en vano, para el que esto escribe, los ochenta fueron una de las décadas más mágicas y deliciosas de la historia del Séptimo Arte. No era extraño, por lo tanto, que la Academia premiase este año una película que en cierto modo homenajease ese mundo maravilloso que es la ciencia ficción de los 80. Y lo hizo con “Argo”, una genial película, muy bien dirigida, fenomentalmente interpretada y, sobre todo, perfectamente escrita.

Ya he manifestado en críticas anteriores mis reservas acerca del hecho de que el Oscar a la mejor película vaya a parar a un thriller, pues siempre he pensado que la mejor película del año debe tener algo realmente especial que la distinga del resto de largometrajes nominados, y, normalmente, los thrillers suelen estar cortados todos por el mismo patrón narrativo, fundamentado en la acción frenética y la poca profundidad narrativa. "Argo", al igual que el resto de cintas nominadas, cuenta con una dirección y un montaje excelentes, que hacen que la película te mantenga en vilo hasta el final. Del mismo modo, y tal y como sucede con las demás nominadas al Oscar a la mejor película, está llena de caras conocidas en Hollywood, entre las que destacan el grandísimo Bryan Cranston y el legendario Alan Arkin, que debe ser considerado como el robaplanos oficial de Hollywood. Los personajes interpretados por ambos actores son los que tienen las mejores frases y diálogos de toda la película, con alusiones a personalidades del mundo del cine como Buster Keaton, o programas de televisión, como los Teleñecos.


Y gran parte de culpa de esto la tiene el grandísimo guion de Chris Terrio, ganador del Oscar, que aporta a "Argo" un toque cinéfilo-ochentero, su principal seña de identidad. A la Academia siempre le han gustado mucho las películas que hablan del cine dentro del cine, pero "Argo" tiene la particularidad que se centra en un tipo de cine y en una época determinada: el cine de ciencia ficción de principios de los 80. Tras el enorme shock que supuso el estreno de "La guerra de las galaxias" en 1977, la industria comenzó a explotar el género, surgiendo por doquier películas de sci-fi de muy bajo presupuesto. Esto queda reflejado muy bien en "Argo", pues son innumerables las alusiones al universo Star Wars, así como a otras películas del género de aquella época, como "El planeta de los simios".

Es ese homenaje al género de la ciencia ficción, denostado por la academia de Hollywood desde siempre, lo que hace que "Argo" llegue a tocar en el corazón de los espectadores. Y en especial, que la excusa para realizar una operación de vida o muerte sean el rodaje de una película de bajo presupuesto y las extravagancias de un director de serie B, interpretado por el grandísimo (en todos los aspectos) John Goodman. 

Y es que, en el fondo, "Argo" no sólo es un homenaje al cine de ciencia ficción, o un panfleto sobre la eficacia de la CIA (como se ha interpretado en muchos sitios), sino la demostración de que lo extravagante, lo denostado, lo underground (en suma, lo friki) también puede ser considerado de vital importancia. ¿Y no es eso lo que nos cuentan en todas las epopeyas de fantasía clásica? ¿No lo creéis así? Pues ¡Argo-derse!


by Chuparrocas

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