jueves, 7 de mayo de 2015

2004: MUCHO MÁS QUE UN MILLÓN DE DÓLARES

MILLION DOLLAR BABY

Título original: Million dollar baby
Año: 2004
País: EE.UU.
Duración: 127 min.
Fecha de estreno en España: 4 de febrero de 2005
Director: Clint Eastwood
Guión: Paul Haggis, según un relato de F. X. Toole
Música: Clint Eastwood
Montaje: Joel Cox
Fotografía: Tom Stern
Productores: Clint Eastwood y Bobby Moresco
Compañía: Warner Bros./Malpaso Productions
Intérpretes: Clint Eastwood, Hilary Swank, Morgan Freeman, Anthony Mackie, Jay Baruchel, Mike Colter et al.

Ganadora de 4 Oscar: película, director, actriz, actor secundario

Frankie Dunn es un anciano boxeador retirado que regenta un gimnasio junto con su amigo y colega Scrapp. Un día aparece en él Maggie Fitzgerald, una pobre chica cuyo mayor deseo en la vida es convertirse en boxeadora profesional, por lo que le pide a Frankie que la entrene personalmente. Pero Dunn es un hombre de carácter huraño, lo que, unido a las nulas dotes para el boxeo de Maggie, lo hacen bastante reticente a acogerla como pupila. No obstante, gracias a la insistencia de Scrapp, finalmente decide entrenarla, proponiéndose hacerla competir por el título mundial de los pesos wélter.

De todos es sabido que los Oscar muchas veces han vivido de las deudas. Son numerosos los casos en los que una determinada película o artista ha obtenido el Óscar porque en anteriores ediciones no lo ganó cuando en realidad se lo merecía. La mayor parte de las veces esta estratagema es injusta, pues resultan premiados trabajos cuya calidad, en comparación con el resto de compañeros de nominación, es bastante discutible. Pero en algunos casos (muy pocos), da la casualidad de que la “compensación” coincide con la calidad. Tal es el caso de "Million Dollar Baby", (otra) obra maestra de Clint Eastwood cuyo premio, pese a ser claramente el mejor filme del año 2004, se puede entender como una especie de compensación por el fracaso de "Mystic River" el año anterior.

"Million Dollar Baby" no es un filme que posea muchos alardes técnicos: no tiene grandes efectos especiales, ni una puesta en escena espectacular, ni una banda sonora épica. Al contrario, se trata de una película pequeña, sin pretensiones, austera, acorde con el estilo de Eastwood, con una forma de planificar las escenas semejante a la de los grandes clásicos como John Ford o Sergio Leone. 

Y a Eastwood no le hacen falta muchos adornos en este largometraje porque lo que él quiere en realidad es contar la historia de unos perdedores, de tres personajes que ven en el boxeo (un deporte tradicionalmente asociado con lo marginal) su única vía de escape de una realidad nefasta. Y lo hace de forma directa, mostrando los hechos con toda la crudeza posible, sin caer nunca en la violencia extrema pero tampoco sin huir del todo de ella, configurando así una película bastante desagradable de ver en ciertos momentos.

Esa austeridad que se respira en "Million Dollar Baby" se debe en gran medida a la tenebrosa y maravillosa fotografía de Tom Stern, la cual sirve para acrecentar el ambiente de angustia y tensión en el que viven Frankie, Maggie y Scrapp. Y son precisamente los personajes el punto fuerte de esta película, pues de eso trata el filme: de la vida de unos parias y de la única forma que tienen de encontrar el éxito.

Sin embargo, a decir verdad, todo este tema no es más que un macguffin gigante que sirve como pretexto para el asunto, mucho más complejo y dramático, en torno al cual gira verdaderamente la película, y que no es otro que el de la eutanasia y sus implicaciones morales. Hay quien puede pensar que dicho tema no es más que un recurso para lograr la lágrima fácil en el espectador –algo característico, dicho sea de paso, en toda la filmografía de Eastwood-, pero, en honor a la verdad, es precisamente este tema lo que hace de “Million Dollar Baby” un trabajo tan interesante, pues lo aleja de dramas boxísticos más tradicionales (aquellos que relatan la típica historia del loser que, con esfuerzo, tesón y una pizca de suerte, logra superarse a sí mismo; como “Rocky” o “Cinderella Man”, por citar solo dos ejemplos), para convertirlo en una cinta que habla sobre temas tan universales como el amor, el sacrificio, el sufrimiento, la muerte o los sueños no cumplidos.

Otros dos factores notables del filme son el genial guion de Paul Haggis, que saca petróleo del corto relato de F. X. Toole; y, sobre todo, el reparto. A este respecto, he de decir –honestamente- que la interpretación de Morgan Freeman, siendo magnífica, no me parece tan sublime como para ser merecedora del Óscar. Todo lo contrario ocurre con la gran Hillary Swank, actriz cuyo talento solo es equiparable con su belleza: su papel de Maggie Fitzgerald no está exento de dificultades, pero la actriz de Nebraska las solventa todas con una facilidad pasmosa. Lástima que hasta la fecha no haya vuelto a hacer una actuación semejante. El propio Eastwood, que pone carne al desgraciado Frankie Dunn, también es digno de aplauso, pues realiza algo inhabitual en él: actuar.

Por lo tanto, podemos decir que, en conjunto, "Million Dollar Baby" es una obra de arte: un relato durísimo e intenso, con unas secuencias de combates muy bien rodadas, y en ocasiones bastante desagradable a la vista por su explicitud. Es de esas películas que te mantienen inmóvil en el asiento al terminar de verlas, una sensación que solo provocan las obras maestras y que tan difícil de encontrar es en el cine de hoy en día. Tal es su grandeza que ni siquiera el propio Eastwood, en sus trabajos posteriores, ha logrado igualar el listón dejado por este maravilloso largometraje (quizás solo la incomprendida “Cartas desde Iwo Jima” se le acerque ligeramente). Una película de obligada visión para todos los amantes del cine clásico.

by Chuparrocas

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