sábado, 11 de abril de 2015

1997: EL CORAZÓN DEL MAR

TITANIC

Título original: Titanic

Año: 1997
País: EE.UU.
Duración: 186 min.
Fecha de estreno en España:8 de enero de 1998
Director: James Cameron
Guión: James Cameron
Música: James Horner
Montaje: James Cameron, Conrad Buff y Richard A. Harris
Fotografía: Russell Carpenter
Productores: James Cameron y John Landau
Compañía: 20th Century Fox/Lightstorm Entertainment
Intérpretes: Kate Winslet, Leonardo DiCaprio Billy Zane, Kathy Bates, Frances Fisher, Bernard Hill et al.

Ganadora de 11 Oscar: película, director, montaje, fotografía, música, canción, montaje de sonido, efectos visuales, sonido, dirección artística, vestuario 

Rose es una joven de la alta sociedad británica que es obligada a casarse con un acaudalado joven para mantener la fortuna de la familia. A bordo del Titanic, el barco más grande y lujoso del momento que le llevará hacia los EE.UU. para consumar su boda, conoce a Jack, un joven rufián que consiguió unos billetes de tercera clase en una apuesta. Rose ve en Jack el espíritu rebelde que a ella le falta, con lo que comienzan un romance prohibido. Ninguno de ellos sospecha el trágico final que le depara al buque.

El proceso de realización de una película es laborioso y complejo. Meses (en ocasiones años) de preparación para hacer un producto que puede ser un triunfo o un fracaso. Y es que no se sabe muy bien cuál es la fórmula para que un largometraje tenga éxito: a veces se debe al trabajo de un actor, otras a los efectos visuales, otras a su banda sonora y otras a una suma de diversos factores. Así, películas que, a priori, podían haber pasado sin pena ni gloria por las taquillas se han convertido en fenómenos mundiales gracias a un solo aspecto determinante que provocó que el público acudiera en masa a verlas. Tal es el caso de "Titanic", una grandísima película que, sin embargo, de no ser por su joven protagonista, no habría alcanzado ni la mitad del éxito que cosechó.

Desde el momento en que "Titanic" se convirtió en el filme más taquillero de la historia surgieron los odios y las envidias hacia ella, acrecentados al ganar, en la ceremonia de los Oscars de 1998, el mismo número de estatuillas que "Ben-Hur": 11. Este hecho fue utilizado por algunos para decir que sólo las obras maestras pueden ser odiadas y alabadas en extremo. Tanto unos como otros se equivocan, pues ni "Titanic" es esa obra maestra digna de todos los galardones que obtuvo, ni esa basura cursi e insoportable por la que muchos la toman.

No se puede negar que James Cameron es un gran realizador (quizás el mejor director de cine de acción del momento) y por lo tanto merece un mínimo de crédito. Pese a ello, "Titanic" le supuso un reto considerable al tratarse de su primera película no de acción. Con todo, no le tembló el pulso y realizó una labor muy sólida, con una dirección firme y un dominio magistral del tempo narrativo, que hacen que la cinta, pese a que la acción se concentra en la última hora y media de sus 180 minutos de metraje, no se haga pesada en ningún momento.

Sin embargo, gran parte del éxito de Titanic se debe principalmente a un factor que siempre ha acompañado al cineasta canadiense: los efectos visuales. Por medio de una dirección artística absolutamente perfecta (que recreó al milímetro el propio Titanic) y unos efectos visuales de ultimísima generación, crea algunos planos, sobre todo al inicio del filme, que son absolutamente espectaculares. Cabe mencionar la parte inicial de la cinta, en la que Cameron se sirve de todos los recursos técnicos que tiene a su alcance para recrear la espectacularidad del barco en el que se desarrollan los hechos. El resto, salvo algún que otro gazapo (como la escena en la que cae una de las chimeneas, en la que se nota escandalosamente el renderizado digital; o llegados al final, durante la recogida de los cadáveres, donde vemos claramente a varios maniquíes en el agua y en las balsas), va en la misma línea.

Pero James Cameron se jugaba mucho con este proyecto y el fracaso no era concebible. Por eso, como es un tipo muy listo, cogió a tres caras bonitas para interpretar los tres personajes principales. Por un lado tenemos a Billy Zane, el prometido de Rose y malo de la historia, quien se encarga de hacer la vida imposible a los dos amantes con un papel bastante correcto. Por otro, a una impresionantemente bella Kate Winslet en la flor de su juventud, quien derrocha hermosura y talento en un personaje muy bien interpretado. Pero el más importante de todos, el crack mediático, es el compañero de la Winslet, un -por aquel entonces- yogurín llamado Leonardo DiCaprio que se convirtió, de la noche a la mañana, en ídolo de masas y amor platónico de las colegialas de todo el mundo. Si a algo se debe que "Titanic" haya sido la película más taquillera de la historia durante más de una década es a que las quinceañeras iban a verla una y otra vez, solas o en compañía, atraídas por los encantos del joven actor estadounidense. Aún recuerdo a una compañera de clase que me dijo que aquella tarde iba a ir a ver "Titanic" por quinta vez. Nada de un guion sólido, una historia atrapante o unos efectos visuales deslumbrantes. Nada de eso. En este mundo controlado por la estética, basta una cara bonita para arrastrar a las masas a las salas. ¡Qué listo eres, James!

En resumen: "Titanic" es una gran película, todo un clásico del cine contemporáneo y una obra que supuso el regreso de las superproducciones al mainstream hollywoodiense. No en vano, durante 12 años (en concreto, hasta el estreno de "Avatar", también dirigida por Cameron) ostentó el récord de ser la película más taquillera de la historia. Pese a contar con un metraje excesivo, la mano maestra de su director la hace llevadera: sus minutos iniciales deslumbran, su última hora y media sobrecoge, y quizá sea la parte de la mitad (la relativa al romance de Rose y Jack) la que flojea un poco más. Si no fuera por lo edulcorado de la historia de amor, por la precipitación con que fueron hechos algunos efectos visuales y porque DiCaprio, a pesar de no hacerlo mal, estaba ahí puesto por el ayuntamiento solo para hacer de chico guapo, el filme habría sido perfecto.


by Chuparrocas

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