miércoles, 12 de noviembre de 2014

1963: LA MEJOR COMEDIA DE TODOS LOS TIEMPOS


TOM JONES

Título original: Tom Jones
Año: 1963
País: Gran Bretaña
Duración: 123 min.
Director: Tony Richardson
Guión: John Osborne, según la novela homónima de Henry Fielding
Música: John Addison
Montaje: Anthony Gibbs
Fotografía: Walter Lasally
Productor/es: Tony Richardson
Compañía: United Artists
Intérpretes: Albert Finney, Susannah York, Hugh Griffith, David Warner, Edith Evans et al.

Ganadora de 4 Oscar: película, director, guión adaptado, música


Tom Jones es un bastardo que vive como hijo adoptivo del señor Allworthy, un rico terrateniente de la Inglaterra del siglo XVIII. A pesar de ser un holgazán, su gran atractivo físico le granjea mucho éxito con las mujeres, particularmente con Molly, una sucia criada del lugar. Sin embargo, a quien en realidad ama Tom es a la dulce Sophie, la bella hija de una de las familias vecinas. Cuando el padre de la muchacha, que pretende desposarla con el primo de Tom, descubre el secreto romance que hay entre ambos, el señor Allworthy, cansado de los problemas que causa, decide exiliar al joven a Londres. En ese momento, Tom comienza su periplo por tierras inglesas en dirección a la capital británica, encontrándose por el camino con personajes la mar de peculiares y viviendo situaciones totalmente disparatadas.

Si os digo que en 1963 se estrenó un largometraje que estuvo nominado a 10 Óscar y ganó 4 (entre ellos el de mejor película); que logró el Globo de Oro a la mejor comedia; que se hizo con tres premios BAFTA (dos de ellos dedicados a la mejor película); que su banda sonora no solo ganó el Oscar sino también el Grammy; y que su actor protagonista consiguió la Copa Volpi en el Festival de Venecia de aquel año, seguramente esperéis algún un título archiconocido por la población cinéfila mundial. Pues nada más lejos de la realidad. "Tom Jones", una pequeña película con nombre de cantante, no goza de mucha fama a nivel mundial, y tanto crítica como público tienen sensaciones dispares hacia ella. Para unos, es un bodrio sin gracia y con un humor zafio y grosero. Para otros (entre los que me incluyo), es, sin duda alguna -y con todos mis respetos a "Los caballeros de la mesa cuadrada"-, la mejor comedia de todos los tiempos.

"Tom Jones" es toda una declaración de intenciones, un soplo de aire fresco entre tanta superproducción hollywoodiense. Tras las mastodónticas "Ben-Hur" y "Lawrence de Arabia", y después de un drama desgarrador como "West Side Story", la Academia de Hollywood puso sus ojos en Tony Richardson, un cineasta británico que había realizado una película sencilla, discreta, pero tremendamente alocada. 

“Tom Jones” es un ejemplo de libertad creativa, de éxtasis cinematográfico, de cine totalmente desbocado. Ya el comienzo es rompedor: un enorme rótulo y una música de clave nos hacen viajar 40 años atrás, al más puro cine mudo, a través de un prólogo que homenajea a este género ya olvidado. La agilidad de la secuencia, junto con la divertida música y el vibrante montaje, hacen de esta introducción uno de las mayores logros de la película. De ahí en adelante, tras los títulos de crédito, la cinta deja de ser muda para pasar a estar narrada por una ingeniosa y anónima voz en off, la cual, acompañada nuevamente por unas notas de clave, comienza a contarnos las aventuras y desventuras del joven Tom. Así, parece que, más que viendo una película, estuviésemos presenciando una especie de sainete u opera buffa, con sus recitativos narrados entre escena y escena.

Son precisamente estas tres cualidades –el ingenio, la agilidad y la originalidad- las que reinan durante toda la primera parte. Una primera parte donde lo que prima es el sinsentido más absoluto (son muchos los momentos en donde los personajes miran directamente a la cámara para dirigirse sin tapujos hacia el espectador, rompiendo totalmente la ilusión de ficción cinematográfica), alcanzando el paroxismo en la descomunal, hilarante y magistral secuencia de la posada, la cual, gracias a un desenfrenado montaje, rivaliza muy seriamente (y creo que ganaría por goleada) con la famosa escena del camarote de "Una noche en la ópera". Toda esta secuencia, que comienza con una cena (la que tenéis en el vídeo de abajo, con toda probabilidad la secuencia más erótica jamás rodada), tiene todo el derecho a pasar a los anales de la historia del cine cómico.


Sin embargo, a partir de aquí, el ritmo de la cinta decae, algo lógico si tenemos en cuenta la velocidad a la que se desarrolla el primer acto. Toda la segunda parte de "Tom Jones" -a partir de la llegada del protagonista a Londres-, sin llegar a ser nunca aburrida, sí es mucho más pausada que la primera. Afortunadamente, ese frenesí resucita en los 10 últimos minutos de metraje con otra secuencia antológica: la del duelo a espada. Muchos dicen que el mejor duelo de espadas que se ha rodado nunca es el de "Las aventuras de Robin Hood". De ser así, el de "Tom Jones" sería su hermano gemelo.

Detrás de este derroche de talento cinematográfico a cargo de un desconocido Tony Richardson (natural de Shipley, Yorkshire, Inglaterra) hay otros muchos apartados que hacen que "Tom Jones" sea mucho más de lo que aparenta: junto a los ya mencionados música y montaje, también son dignos de elogio la fotografía, el vestuario y la estupenda dirección artística. Sin embargo, si hay uno que destaca por encima de los demás ese es el actoral, con un inconmensurable Albert Finney a la cabeza de un plantel de intérpretes sensacional. Sin ir más lejos, 5 de las 10 nominaciones que obtuvo el largometraje fueron destinadas a su reparto, siendo una para el propio Finney y cuatro para las actrices.


Lo cierto es que después de ver esta película creo que se me ha contagiado la locura. "Lawrence de Arabia", para muchos una obra maestra indiscutible, me resultó un pufo infumable; mientras que con "Tom Jones", una desconocida comedia inglesa, me he descojonado vivo reído a raudales. Todo lo contrario a lo que le ocurrió al propio Albert Finney, quien llegó a confesar que se había aburrido como una ostra interpretando al joven Tom. No sé si es por mi estado de ánimo o porque realmente es un filme divertidísimo, pero "Tom Jones" me parece mucho mejor película que el biopic dirigido por David Lean. La única solución a mi problema es que vosotros la veáis y me digáis si compartís o no mi punto de vista, aunque debo advertiros de que la pista de audio en castellano de la versión en DVD es lamentable, con escenas eliminadas en el metraje original que han sido redobladas de forma descuidada y por unos actores pésimos y de voces horribles. Es por ello que, personalmente, recomiendo su versión original en inglés.

P.D.: Me gustaría acabar el post con una magistral frase que el narrador de la película emite en un momento dado y que puede serviros de guía para el día de mañana y el resto de vuestras vidas: "se dice que la esperanza es mala cena, pero buen desayuno".


by Chuparrocas

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