domingo, 15 de junio de 2014

1949: UN GRAN PODER CONLLEVA UNA GRAN RESPONSABILIDAD

EL POLÍTICO

Título original: All the king's men
Año: 1949
País: EE.UU.
Duración: 120 min.
Director: Robert Rossen
Guión: Robert Rossen, según la novela homónima de Robert Penn Warren
Música: Louis Gruenberg
Montaje: Al Clark
Fotografía: Burnett Guffey
Productor/es: Robert Rossen
Compañía: Coluimbia Pictures
Intérpretes: Broderick Crawford, Mercedes McCambridge, John Ireland, Joanne Dru, John Derek, Shepperd Strudwick, Anne Seymour et al.

Ganadora de 3 Oscar: película, actor principal, actriz secundaria


Willy Stark es un humilde político que se dedica a dar discursos contra la corrupción en plena calle. Su honradez y su carisma le hacen alcanzar una gran fama entre el público, por lo que decide presentarse a las elecciones a gobernador del estado. Pese a caer derrotado, Willy entra en contacto con el verdadero mundo de la política, descubriendo que si se quiere obtener la victoria no se puede jugar limpio. Por ello, a partir de ese momento Willy sufrirá una transformación radical, y no dudará ni un solo instante en pisotear a los demás -incluso a sus seres queridos- si con ello va a lograr alcanzar el poder.

Si os digo que la película de la que vamos a hablar hoy se titula "El político", posiblemente no os esté diciendo mucho. Sin embargo, si me refiero a ella con su título original ("All the king's men") puede que la cosa cambie, pues a todos os vendrá a la cabeza un largometraje estrenado en 2006 con Sean Penn y Anthony Hopkins en los papeles principalesSin embargo, en esta entrada no voy a analizar el remake de Steven Zaillan sino -como he mencionado anteriormente- la versión que Robert Rossen rodó allá por 1949 y que se alzó con el Óscar a la mejor película de ese año. Un ejemplo de filme que pudo haber sido uno de los mejores de todos los tiempos pero que no lo fue por una razón muy sencilla: su planteamiento.

Lo primero que hay que decir de "El político" es que se trata de una película muy anodina: pese a la intensidad de sus interpretaciones -entre las que destaca la de Broderick Crawford en el papel principal, por la cual ganó el único Óscar de su carrera- la cinta carece de ritmo, de garra, de fuerza. Hay momentos en los que atrapa y engancha, pero se terminan desvaneciendo para, posteriormente, volver a surgir y, acto seguido, volver a decaer. Tiene tantos altibajos que, en ocasiones, resulta aburrida. 

Y es una lástima, porque su guion, escrito por el propio Rossen y basado en la novela homónima de Robert P. Warren, es ciertamente prodigioso: en él no solo destacan los poderosos diálogos sino también la manera en que están construidos los personajes. Sorprende que en esta película, que aparenta tan poca cosa, se escondan caracteres con tantos matices: unos guardan oscuros secretos; otros no son tan justos como puede parecer; y otros, simplemente, cambian de opinión como quien cambia de chaqueta. De hecho, una de las protagonistas femeninas modifica tanto su forma de pensar que, mientras veía la película, creía que se trataba de dos personajes distintos interpretados por dos actrices distintas, cuando en realidad no era así. Incluso en el propio Willy Stark encontramos aspectos moralmente discutibles. Y esto se debe a que "El político" no solo es una crítica a los gobernantes de cualquier parte del mundo, sino también a todos aquellos que, de alguna u otra forma, ostentan un cargo de relevancia, ya sean jueces, médicos o directores de sucursales bancarias.  

Sin embargo, esta ventaja narrativa es, al mismo tiempo, un inconveniente, pues este tipo de personajes, tan oscuros y complejos, son más propios del cine negro que de un drama social como es "El político". Si el filme hubiera tenido más intensidad, más fuerza, más oscuridad, más crudeza (mucha más de la que tiene), estaríamos hablando de una obra maestra. Pero no es así, y por lo tanto "El político" no termina de sacar todo el partido que debería a unos personajes que, en manos de otro director que dominase mejor los patrones del género, habrían sido exprimidos al máximo. No olvidemos que el tema de la corrupción y la forma en que esta salpica incluso a las personas más impecables es un tema clásico en el noir (el ejemplo más claro lo tenemos en "Chinatown", de Polanski).

En resumen: "El político" es una película insulsa, a ratos aburrida, con unos personajes muy complejos interpretados magníficamente bien por un elenco de actores descomunal, pero que habrían dado mucho más de sí con una ambientación más tenebrista y un tono mucho más pesimista. Aun así, no se puede obviar la valentía de la Columbia al estrenar esta película en pleno 1949, cuando las tensiones de la Guerra Fría empezaban a dar sus balbuceos y las estrategias diplomáticas eran fundamentales para mantener la paz en el mundo.

Y con esta cinta terminamos la década de los 40 y entramos en los 50, una época en la que la calidad y la cantidad de las premiadas es bastante dudosa. ¿Supondría esto los primeros avisos de la decadencia de la industria hollywoodiense? Habrá que esperar, a ver que nos depara el futuro. O mejor dicho, el pasado...

Pinchando en la fotografía de más abajo podréis acceder a la película completa en su versión original.


by Chuparrocas

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